En el país todo cambió de modo ostensible desde la escalada de atentados, secuestros y muertes registrados desde enero.
Aquella permisividad a la que hizo alusión el Presidente se refiere a la falta de acción para evitar la presencia de grupos delictivos, sobre todo en la frontera norte, que ahora han pasado a cometer actos terroristas que impactan a toda la sociedad y sobre todo a las poblaciones de las provincias fronterizas.
En enero se produjeron varios actos terroristas contra las fuerzas del orden: un bombazo en un cuartel policial, un ataque contra infantes de Marina que dejó 4 muertos y varios heridos, personas asesinadas en zonas donde opera la minería clandestina, el secuestro y asesinato de los miembros del equipo periodístico de EL COMERCIO y dos personas más, secuestradas recién.
La preparación de las personas que tienen que afrontar el nuevo momento es indispensable. Se requieren policías y militares con una sólida formación ética y profesional, con dotación de equipamiento de última tecnología.
Y, como dijo en la entrevista con este Diario el Presidente del Tribunal Supremo de España, se impone la protección de los jueces y fiscales.
El entrevistado aconseja, siguiendo la experiencia, que los expedientes no se lleven en lugares próximos a los sitios donde se cometen los crímenes.
Quizá haya que emplear la figura de los jueces sin rostro para proteger su integridad, su vida, su independencia. Es un tema importante para debatir.