LAS PREGUNTAS AJUSTABLES

Después de varios días de hablar de los temas de la consulta en cadenas oficiales, sabatinas y abordajes periodísticos, el presidente Correa se decidió por 10 preguntas. Ahora el asesor jurídico de la Presidencia habla de la potestad de la Corte Constitucional de replantear las preguntas.

El debate nacional comenzó. Muchos juristas cuestionan la procedencia de las preguntas una vez que el tono de su redacción puede inducir al voto positivo, contener ambiguedad y provocar interpretaciones equívocas.

Más allá de los contenidos están los alcances de la estrategia política que llevaría al Presidente -si las preguntas se aprueban- irremediablemente a una tarima en la que se ha mostrado en los cuatro años de Gobierno como experimentado y convincente orador.

Por eso es que si la posibilidad de convocar a una consulta popular para que el pueblo resuelva temas de reforma constitucional -que sacrificarían el espíritu de Montecristi- y otras preguntas de consulta sobre aspectos de diversa índole parecía una tesis firme del Presidente, ahora sorprende la puerta que abre el asesor jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, quien en una entrevista con Diario EL COMERCIO afirma: “Tenemos total apertura para las observaciones que pudiera hacer la Corte Constitucional o cualquier otro sector(...). La Corte Constitucional es un organismo autónomo (...). Si la Corte piensa que las preguntas son inductivas puede cambiarlas”.

Esta formulación pudiera entenderse como la voluntad de seguir afinando las preguntas a voluntad, una suerte de propuesta que puede variar en el tiempo, y en el confuso discurso aún podría tener acentos o tonos que al calor de la tarima de la campaña pueden cobrar énfasis o atemperarse, según el caso. Funcional, como todo el discurso oficial.

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