El último período de Correa

Se inició ayer el tercer período presidencial de Rafael Correa, que deberá durar hasta el 2017. Las proclamas radicales, su visión antiimperialista y contra lo que llama los poderes fácticos y los ataques a la prensa, caracterizaron el tono del discurso inaugural del nuevo ciclo.

Antes, la nueva Presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, trazó un discurso con rasgos patrióticos y militantes, en la línea de su coideario y líder. El Presidente dedicó buena parte de su alocución a presentar datos internacionales del crecimiento económico, la baja del desempleo y la reducción de la pobreza durante sus seis años de gobierno.

Intensidad retórica de altos decibeles alcanzó el informe cuando dedicó casi media hora a fustigar a la prensa. Volvió a criticarla, intentó asociar su papel crítico con una supuesta actoría política y llegó a ser duro, incluso con los medios de todo el continente.

Correa -quien se ocupó de los temas políticos y dejó a Jorge Glas, el nuevo vicepresidente, el tema del cambio de matriz productiva- insistió en su tesis fallida en la OEA de transformar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y se ratificó en su voluntad de cambiar la sede de la CIDH, a la que estigmatizó nuevamente. Y reivindicó su derecho a la relación con Irán.Algo rescatable es que el Presidente saludó la posibilidad de un “dialogo democrático”  con la primera fuerza de oposición.

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