Este 24 de mayoserá recordado por el penúltimoInforme a la Nación que, de modo oficial, presente el Mandatario.
El 24 de mayo del 2017 deberá posesionarse el próximo presidente que salga de las urnas. Rafael Correa no será más el gobernante del Ecuador, salvo alguna sorpresa y si prospera la idea del colectivo Rafael Contigo siempre.
El Informe a la Nación de mañana estará revestido de un contexto complejo, único, se diría. El país afronta una situación económica complicada, como no la había experimentado hace años. El Gobierno no había tenido los números en contra, como esta vez.
El panorama adverso, marcado por la caída de los precios del petróleo y su impacto en las finanzas públicas durante el año 2015 y parte de este 2016 que corre, cambió la vida nacional.
Durante estos años, por la concepción del modelo económico, el Estado había cobrado preponderancia.
Se tuvo a la empresa privada soslayada o dependiente de la economía pública, que privilegió la construcción de presas, hidroeléctricas y la mejora de carreteras.
Para apuntalar esa concepción desarrollista se acudió a grandes empréstitos, en especial con China. La venta anticipada de petróleo y altas tasas de interés dejan al país endeudado y con recursos comprometidos. Y el cambio de matriz productiva no se desarrolló.
Como guinda del pastel llegó el terremoto, que acompañará la memoria histórica del último tramo del gobierno de Rafael Correa.