Dos papas, dos santos

Hoy es un día especial para fieles y creyentes. La Iglesia Católica se viste de gala en el Vaticano para elevar a los altares a dos Papas con pontificados de signo distinto: Juan XXIII y Juan Pablo II.

El acto alcanza otra connotación especial ya que la ceremonia estará presidida por el papa Francisco, pero a ella asistirá el papa emérito, Benedicto XVI.

Los primeros años dieron a la Iglesia muchos santos; entre ellos varios Papas, víctimas de la persecución, fueron elevados a los altares: Urbano I, Clemente I y el propio San Pedro. La Edad Media fue prolífica en santificaciones aunque sin los rigores que hoy se imponen. El primer papa beatificado fue Víctor III.

Juan XXIII, conocido como el ‘Papa Bueno’, ejerció un pontificado de transición. Italiano de origen, Ángelo Giuseppe Roncalli dio mucho énfasis a cambios con acento social y apertura a otros credos, inyectó a la Iglesia un espíritu ecuménico.

El papa Karol Wojtila, Juan Pablo II, fue el ‘Papa Viajero’. 129 periplos pastorales , que incluyeron al Ecuador, dieron a la Santa Sede un carácter universal que nunca antes alcanzó. Su pontificado, en plena vigencia de la Guerra Fría, su origen polaco y su énfasis en las críticas a los sistemas comunistas y a la Teología de la Liberación marcaron su palabra e influyeron en la caída del Muro de Berlín y el fin del comunismo.

Dos visiones distintas, dos nuevos santos en tiempos de un papa atípico: Francisco, que sorprende a los fieles y al mundo.

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