El llamado pacto ético, la iniciativa presidencial para incluir una pregunta sobre los paraísos fiscales en las próximas votaciones, no despega, y no se advierten con claridad las razones para que ello ocurra.Pese a la fuerza del discurso y la potencia del aparato de propaganda que tiene en sus manos el presidente Rafael Correa, el lanzamiento de la propuesta parece haberse diluido.
Aunque estamos en medio de la campaña presidencial y legislativa y de la divulgación de las propuestas de los candidatos, no hay una explicación clara para el poco énfasis que han puesto las fuerzas que se inscribieron ante el Consejo Electoral para apoyar la tesis de Correa u oponerse a ella.
Algunos factores pudieran estar pesando. Uno de ellos es la incidencia que los analistas atribuyeron a la presencia de Correa en las elecciones seccionales, especialmente en el caso de Quito, y que ahora pudiera influir en la campaña electoral.
Otro aspecto a considerar es que las denuncias de corrupción en Petroecuador, las detenciones y los prófugos de la justicia, así como el compás de espera en la divulgación de los supuestos implicados en la recepción de coimas de la constructora brasileña Odebrecht, pudieran haber contaminado el tema.
Un último factor a considerar es que se esté esperando el remate de la campaña para promover las tesis a favor y en contra. Ya faltan solamente cuatro semanas para ir a las urnas. El tiempo despejará todas las dudas.