Salarios y empleo

Finalmente fue el Gobierno el que fijó el ajuste salarial. USD 11 al salario unificado, punto medio entre tesis distintas.

Mientras los trabajadores aspiraban al menos a USD 25 de alza, los empresarios calculaban que sus economías no daban para pagar más de USD 3,70.

Aunque la cifra de USD 11 sea magra para los trabajadores y se licúe con facilidad, toda vez que la canasta básica no alcanza, el problema del sector empresarial es que afronta una larga contracción y recesión. ¿Si la economía no se mueve con qué se sustenta el salario?

Ambos puntos son comprensibles y por eso el Gobierno plantea contemplaciones para el sector empresarial en el ámbito impositivo como incentivo tributario por esta vez para que el empresariado afronte el ajuste. Cerca de 591 000 trabajadores privados y 20 000 públicos recibirán el ajuste anunciado por el Ejecutivo en el año 2018.

Pero el incremento no resuelve la situación familiar de los que más salarios reciben, tampoco se puede cargar a las empresas bajo riesgo de mayores despidos que los sucedidos en años pasados. Cada empresa tiene su propia realidad y lo que pasa en el país, por heredado de un mapa que se pintó idílico no es nada alentador.

Lo de fondo es que se propicie el diálogo del sector público con el privado y los trabajadores para resolver lo más grave: la falta de empleo y el empleo inadecuado -desempleo- que perfora la calidad de vida, especialmente de las capas menos pudientes, la mayoría.

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