Rescate en Tailandia

La que podía haber sido una tragedia más se ha convertido hasta ahora en una historia de éxito y solidaridad. El rescate de 12 futbolistas adolescentes que quedaron atrapados junto a su entrenador en una cueva en el norte de Tailandia, ha movilizado a cientos de personas y ha captado la atención de todo el mundo.

Los jóvenes -de entre 11 y 16 años- quedaron aislados en la cueva el 23 de junio y solamente fueron localizados el 2 de julio por buzos británicos. Al menos 1 200 personas tailandesas y extranjeras han participado en las distintas etapas de las labores de rescate.

Hasta ayer ya habían sido rescatados en buenas condiciones ocho de ellos y se espera que este día se completen las tareas cuya responsabilidad recae mayormente en los buzos especializados pero depende de muchos factores.

La experiencia para rescatados y rescatistas con seguridad cambiará sus vidas. Pero es importante evitar que la cobertura mediática y el hecho en sí mismo afecten el futuro de los pequeños. Ese es el afán de las autoridades tailandesas en el cual coincide Mario Sepúlveda, uno de los 33 chilenos que quedaron atrapados mientras trabajaban en una mina de su país en 2010.

El entusiasmo por el destino de los pequeños debe, al mismo tiempo, respetar su privacidad, algo que resulta muy difícil en un entorno mundial proclive a los ‘reality shows’ y a la sobreexposición incluso a los grupos en riesgo. Solamente entonces se podrá decir que esta gran historia tuvo un buen final.

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