Una de las grandes líneas que debe afrontar el gobierno que empezará el 24 de Mayo es la economía. Tremendo reto.
El país está en crisis, la economía se ha contraído y eso se resume en recesión. El impacto más severo se observa en el empleo. Lo primero que debiera hacer el gobierno entrante, ni bien se organice, es dar señas claras al mercado internacional. Es preocupante que el riesgo país haya experimentado una subida tras las elecciones.
El nuevo Régimen asumirá sus funciones y operará con el Presupuesto del año 2016: USD 29 835 millones, monto que fue ajustado tras la crisis originada desde finales del 2014. Sin embargo, esa cifra triplica la registrada al inicio del primer mandato de Rafael Correa, quien arrancó con un presupuesto de USD 9 700 millones, el cual no consideraba los gastos por subsidios a los combustibles y algunos de personal.
Hasta finales de agosto, el nuevo Presidente deberá plantear un nuevo presupuesto para completar el 2017 y remitirlo a la Asamblea Nacional.
Uno de los retos será modificar el perfil de la deuda, buscar créditos con tasas más bajas y plazos más largos. La deuda con China ha marcado la acción de Rafael Correa, pero es una deuda con altas tasas de interés.
Para este año se deberá conseguir recursos por USD 11 600 millones para financiar el abultado déficit fiscal. El Gobierno deberá dar confianza y formar equipos cuanto antes para estas delicadas pero indispensables tareas.