Conforme avanzan los meses, las proyecciones sobre la recesión de la economía ecuatoriana se van aclarando. La situación, sin embargo, aún es muy volátil, por lo que hacer una estimación precisa es un ejercicio que puede tener un gran margen de error. De ahí que el Banco Central prefiere hablar de tres escenarios.
En la publicación realizada la tarde del miércoles, el Banco Central prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) para este año registrará un decrecimiento interanual entre -7,3% y -9,6%, lo que convertiría al 2020 en el peor año en la historia económica del Ecuador. Ni siquiera en los períodos de guerras o cuando el país afrontó los impactos por el fenómeno de El Niño se observó una caída anual tan grande de la economía nacional.
A inicios de la década de los 80, cuando estalló el problema de la deuda externa en América Latina y el país sufrió los estragos por las inundaciones, la economía nacional apenas se contrajo menos del 1%, según las estadísticas oficiales.
En los años 90, ni la guerra con Perú ocasionó una recesión. Solo la crisis económica de 1999, que eliminó a la mitad del sistema financiero del país, sustituyó la moneda nacional y ocasionó una migración masiva de ecuatorianos, significó una contracción del PIB del 4,7%. Fue el único año de recesión en toda esa década.
Desde el inicio de la dolarización, en el 2000, la economía ecuatoriana mostró un desempeño positivo por 16 años consecutivos. La caída de los precios del petróleo en el 2016 se tradujo en una contracción del PIB del 1,5%, En los años siguientes no ha mejorado el escenario petrolero, lo que también explica el desempeño mediocre de la economía nacional hasta el año pasado, con tasas de crecimiento entre 2,4 y 0,1%.
Para este año, la pandemia del covid-19 luce devastadora, debido a la paralización de actividades productivas, la caída de los precios del petróleo, la contracción de la inversión pública y la reducción de salarios a todo nivel, que se traducirá en menos consumo. En medio de este escenario, el país demanda un mínimo de consensos políticos y sociales.