LA OEA POR LOS DERECHOS HUMANOS

Tras 22 meses de ensayos y cabildeos por debilitar los alcances del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el intento fue vano. La mayoría de países fortaleció a los organismos y dio un respaldo categórico a la defensa de la libertad de expresión.

El discurso y la acción diplomática del Gobierno ecuatoriano no tuvieron eco en el más antiguo foro de países.

La OEA no aprobó los intentos de restringir la acción de la Comisión de Derechos Humanos (CIDH ) y peor coartar el alcance de la Relatoría de Libertad de Expresión.

Parece saludable, empero, que se busque incrementar el financiamiento de las demás relatorías, que desde hace tiempo vienen funcionando para que su proyección sea mayor en este altruista y ecuménico cometido: la Defensa de los Derechos Humanos. La protección de las personas frente a los abusos de los estados.

La intención de cambiar de sede a la Comisión no fue apoyada, aunque nueve países mostraron apertura inicialmente. Las medidas cautelares que el Gobierno y sus pocos aliados intentaron borrar del mapa se mantienen. La misión principal de la CIDH es promover la observancia y defensa de los DD.HH. y la adopción de medidas progresivas a su favor. Cualquier proyecto de fortalecimiento debiera ir en esa vía.

El propósito del Gobierno sucumbió, apenas apoyado por una parte de la Alba. Y aunque el pedido de reforma sigue abierto, esta vez la OEA protegió los derechos y la libertad.

Suplementos digitales