La aviación comercial que opera en el país verá modificada su estructura de costos operacionales en atención a la eliminación del subsidio a la gasolina de aviones que anunció el Presidente en sus acostumbrados enlaces sabatinos.
USD 90 millones gasta el Fisco cada año en subsidiar la gasolina de avión. Esto quiere decir que por cada galón de combustible, que cuesta USD 3,04 el Estado, con dinero de todos los ecuatorianos se hace cargo de USD 1,80. Ciertamente una cifra demasiado alta.
El Ecuador mantiene una política de subsidios por la cual millones de dólares se emplean cada año en distintos menesteres, como los bonos a sectores marginales de la población y la compra de combustibles importados cuyo alto costo ha impactado severamente a la economía nacional.
Lo curioso del anuncio presidencial es que ciertos aeropuertos del país tendrán gasolina más barata. Esto quiere decir que las aerolíneas que vuelen a estos destinos tendrán un subsidio del 40%. Se trata de las terminales aéreas de Latacunga, Santa Rosa, Tena, Salinas y Esmeraldas, algunas de las cuales tienen pocos vuelos operativos con frecuencias estables.
Hubo varias empresas que renovaron sus flotas de equipo aéreo (aviones) con tal de seguir obteniendo el subsidio prometido. Ante el nuevo anuncio varias de las operadoras de vuelos domésticos prefirieron ser cautelosas y evitaron cualquier pronunciamiento.
El alza de la gasolina de avión puede impactar en la estructura financiera de las empresas de aeronavegación local, a tal punto que se estima que las tarifas de los pasajes podrían subir desde enero hasta en un 15%. Los usuarios están preocupados, y no solo se trata de los pudientes. La aviación es indispensable en el mundo de hoy.