La mina socava a Zaruma

Zaruma es una de las bellas ciudades de la provincia de El Oro. Hoy, el enclave minero sufre por el abuso de la actividad.

Nadie debe desconocer que la fuente de riqueza excepcional del codiciado metal dio nombre a la provincia y escribió páginas claves de la historia nacional. Pero el oro es hoy su perdición.

La pequeña ciudad de Zaruma, asentada en una ceja de montaña cordillerana, contiene en su subsuelo ricas vetas de oro. La minería, en auge en los siglos pasados, llevó a perforar las entrañas de montes y laderas con cuevas, ca­vidades, galerías... que no solamente han costado horas de sacrificio sino hasta vidas humanas.

El riesgo es inminente. Una escuela se derrumbó a inicios de año y varias calles simplemente se hundieron. La tierra, desde sus entrañas, reclamó por el abuso y los habitantes de la hermosa ciudad pagan las consecuencias de la incesante y poco tecnificada explotación minera.

El 15 de septiembre, el Gobierno nacional declaró el estado de excepción. El decreto presidencial es válido para Zaruma y Portovelo. La idea es proteger la vida de los vecinos.

Las tareas de demolición de la Inmaculada Fe y Alegría empezaron, y los escombros son retirados y removidos con inmensas palas mecánicas.

La minería es una actividad rentable, pero la observación de todos los parámetros técnicos y de seguridad, del respeto a la naturaleza y la preservación de la vida humana son prioridades.

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