El Gobierno se comprometió en julio de 2008 a vender los bienes incautados que pertenecieron al Grupo Isaías. El Régimen no ha cumplido su palabra empeñada. Una vez que se ha dictado la sentencia en el caso Filanbanco es tiempo de recordar la palabra del Gobierno, cuando en julio de 2008, procedió a la incautación de los bienes de los accionistas del Grupo Isaías, responsables del manejo del banco cerrado.
Entonces, el Régimen hizo un compromiso: en el plazo de seis meses se venderían los bienes, especialmente aquel conglomerado de medios de comunicación.
Cuando el Gobierno procedió a irrumpir con la Policía, acompañando a las autoridades de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), en las instalaciones de los canales de televisión, tomó a su cargo la administración de los medios, entre ellos dos de los seis canales de aire de señal nacional de la televisión ecuatoriana, TC y Gamavisión (hoy Gamatv), tres señales de televisión por cable, varias radioemisoras y revistas. La valoración fue larga y para el caso de TC y Gamatv un paquete de acciones minoritario fue entregado a los empleados de ambas estaciones televisoras, que así lo aceptaron, alcanzando un crédito de la Corporación Financiera Nacional.
Sin embargo, el resto del paquete accionario, a tres meses de cumplir cuatro años de la incautación, no se ha vendido. Por el contrario, los medios incautados, cuya estructura empresarial es de carácter privado, forman el sistema de comunicación que hace parte del paquete propagandístico y mediático del Gobierno, que alcanza un total de 20 medios entre canales, radios, revistas, agencias y periódicos. Reciben publicidad del Estado y las políticas editoriales están alineadas a la tesis gubernamental sin un ejercicio plural. Lo oportuno sería, de una vez por todas, que el Gobierno venda los medios incautados antes del inicio de la campaña electoral.