Marchas y tensión

Como se preveía, este miércoles 17 estuvo signado por la marcha sindical y la concentración de AP. No se esperaba, en cambio, que hubiera confrontación y tensión.

La protesta, convocada por varios sectores sociales, sindicales e indígenas, fue sumando adherentes que se manifestaron en una marcha numerosa por las calles de Quito y que concluyó en la histórica Plaza de San Francisco.

La respuesta política del Régimen fue darse cita en el mismo epicentro del poder, la Plaza Grande, donde los ministros y partidarios de AP esperaron al líder: el presidente Rafael Correa, ante un considerable número de simpatizantes.

Si bien las motivaciones de la protesta fueron múltiples, el corazón se centra en los derechos laborales a propósito de la intención gubernamental de modificar el Código Laboral. Un cambio que los trabajadores presumen sería regresivo y que varios sectores empresariales ven como complejo para su actividad.

Hubo momentos duros. Mientras las protestas estudiantiles contra el alza de pasajes en el Colegio Montúfar terminaron en pedradas y detenidos; en la Plaza San Francisco, la Policía dispersó con la caballería a los manifestantes y hubo varios conatos de incidentes.

Luego de la protesta y la contramanifestación, la sensatez impone abrir un debate para que los más diversos sectores sociales y políticos dejen oír su voz sobre unas reformas al Código que el Gobierno se anticipó a lanzar el Primero de Mayo, y que se sabe traerán sensibles cambios respecto al proyecto original.

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