Los llamados ‘Panama Papers’ son una noticia cuyas repercusiones en el mundo político y económico no cesan.
Se trata de una gran filtración de documentos que, en esta como en anteriores ocasiones, incluyendo los Wikileaks, ha servido para que la ciudadanía se entere de aspectos que en el pasado eran muy poco accesibles.
Antes de las publicaciones, el Consorcio Internacional del Periodistas de Investigación (ICIJ) procesó 11,5 millones de documentos. Cientos de periodistas revisaron durante diez meses abundante información.
Un periodista de EL COMERCIO se vinculó al proyecto, y con la ayuda de dos reporteros priorizó la reportería de asuntos de interés público en el país.
El poder político reaccionó. El Presidente pidió que se revelara toda la documentación; ésta reposa en manos del ICIJ, que ofreció difundirla en mayo.
Desde el martes, los reporteros han sido hostigados en redes sociales. La Comisión de Justicia de la Asamblea y el Consejo de Participación y Control Social han convocado a los seis periodistas ecuatorianos -tres de este Diario- para que den información.
Grupos de personas se presentaron ayer con carteles en la puerta de los diarios a los que pertenecen los periodistas para exigir ‘toda la información’, con la cobertura de medios estatales que siguen la lógica gubernamental.
EL COMERCIO expresa su total solidaridad con sus periodistas frente a estos embates injustificados.