Impuestos para todos

Con el tiempo, y es trabajo de una línea continua de una institucionalidad que se muestra eficiente y clara en el Servicio de Rentas Internas, se han logrado resultados. Antes, pagar impuestos era una práctica poco común a la que adscribían unos tantos ecuatorianos responsables. Desde la renovación del SRI, paulatinamente se ha ampliado la base de contribuyentes y ahora grandes grupos empresariales, profesionales y empleados del sector privado y público se han incorporado al cumplimiento tributario.

La evasión y la elusión, también poco a poco, se han reducido y los ingresos que recauda el Fisco se van incrementando, a tal punto que constituyen la piedra angular del Presupuesto General del Estado que, como se sabe, está principalmente financiado con recursos petroleros.

Los países más desarrollados tienen altos niveles de recaudación impositiva pero también se dirá que las responsabilidades públicas, el alto nivel de obras en beneficio de la colectividad y las compensaciones para aquellos sectores más requeridos de atención, justifican plenamente los rangos de impuestos a los sectores más pudientes.

Pero por algo hay que empezar, y si la responsabilidad social debe ser asumida con madurez por los sectores económicos que más producen, es hora de incorporar a otros actores del entramado social del país a esa obligación.

Una parte importante de nuestra población se desempeña en trabajos informales. Los comerciantes informales deben asumir sus responsabilidades tributarias y es imperativo buscar mecanismos para que paguen impuestos y asuman sus deberes cívicos, en la medida de sus posibilidades.Un monto importante de recursos se mueve en la dinámica de la informalidad. Es hora de que estos sectores también cumplan.

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