Las corrientes de personas que buscan una vida mejor tienen al Ecuador en su ruta de paso. En el caso de los haitianos, el destino final es Brasil y el objetivo: hallar trabajo.
El terremoto del 2010 fue un detonante de los flujos migratorios de miles de personas de Haití. Entonces, muchos quedaron sin casas, perdieron a sus familiares y no tenían comida ni pertenencias.
Entonces, países como Brasil o Ecuador concedieron refugio humanitario. De hecho, Brasil entrega 1 200 visas cada año para ciudadanos haitianos.
En Ecuador, la Constitución de Montecristi concibió la ciudadanía universal, aunque tiempo después se haya dado marcha atrás para conceder permiso de entrada con visa para personas provenientes de nueve países.
Haití, luego del terremoto, solo sintió agudizada su crisis humanitaria. Las cifras de salud y de empleo tradicionalmente fueron deficientes y la calidad de su democracia siempre dejó que desear.
Hoy muchos ciudadanos haitianos son víctimas de bandas de coyoteros que trafican con personas y las explotan económicamente con cifras altas de dinero con la promesa de alcanzar Brasil, donde conseguirían empleos. En Quito muchos están de paso, viven hacinados y consiguen trabajos temporales.
Diario EL COMERCIO determinó en su reportería que en la frontera con el Perú siete bandas se disputan los
pasos clandestinos por los cuales muchas personas transitan.
Los refugiados, las migraciones y la crisis humanitaria marcan el siglo XXI.