EL GOBIERNO Y LA OPINIÓN MUNDIAL

La acometida del Régimen, pese a que supuestamente se trataba de juicios a título personal, contra el diario El Universo y contra los autores del libro ‘El Gran Hermano’, despertaron una solidaridad y repulsa mundial que el Gobierno y sus desprevenidos asesores internacionales no alcanzaron a dimensionar en su justa medida.

Para el mundo civilizado y democrático, la libertad y el ejercicio de la prensa, por crítica y dura que fuese, es esencial. Las sentencias, que dejan en mal predicamento a la flamante Corte Nacional de Justicia, fueron demasiado lejos, tanto como el aparataje oficial desplegado en las diligencias. Todo el repudio de los editoriales de importantes e influyentes diarios del planeta contrastó con la agria respuesta del gobernante. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, el ente del ramo en la ONU y la Unión Europea también dejaron sentir su alerta.

Un grupo de ex presidentes, entre los que se cuentan Jimmy Carter y Fernando Henrique Cardoso, advirtió sobre el deterioro democrático en el Ecuador por la promulgación del Código de la Democracia y respaldaron a la CIDH. El País de Madrid publicó un manifiesto firmado por 140 escritores de 17 países en apoyo a la prensa ecuatoriana.

Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, escribió su columna que publican varios periódicos del mundo. El artículo ‘El honor del mandatario’ señala, entre otras cosas, que “…El Universo sobrevivirá una vez más a la dura prueba y volverá pronto a retomar su puesto de vanguardia en la lucha por la civilización y en contra de la barbarie”.

Con su intolerancia, Rafael Correa despertó al mundo. El perdón es una válvula de escape. Está por verse si el acoso a la prensa libre ha finalizado.

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