Mientras en la Asamblea de la OEA, en Guatemala, el informe sobre las drogas y las nuevas estrategias es el tema central de debate, en el Ecuador, altos funcionarios abordan el problema en declaraciones públicas.
El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo que la lucha contra las drogas era una guerra perdida. Dejó la idea de estudiar la despenalización del consumo de drogas, o su regularización. En esa línea se pronunció el ministro del Interior, José Serrano, al señalar en una emisora que la lucha mundial ha fracasado y que habrá que establecer políticas públicas sobre adicciones y avanzar hacia la despenalización del consumo.
El Gobierno pone en escena y fomenta un debate público sobre un tema polémico. Una vez más el Régimen pone al país a discutir temas, aunque todavía parece prematuro adelantar criterios categóricos.
El asunto se está tratando en otros países. Uruguay ya lo abordó. Hace un año en Cartagena el Presidente de Colombia puso la discusión y otros líderes políticos hablan de esta posible salida.
Cabe advertir, empero, que nada funciona si lo hace un país de modo aislado. Para avanzar en ese proceso debe existir un consenso general que logre reducir a la mínima expresión el narcotráfico y la muerte que conlleva el crimen organizado en el planeta. América ha sido víctima de este azote.