El remate más novedoso del largo Informe a la Nación del Presidente fue el retorno de la polémica Ley de Herencias.
El acto de cinco horas de duración tuvo matices sorprendentes: música en homenaje a las provincias afectadas por el terremoto; discurso de la titular de la Asamblea, del Vicepresidente de la República -¿precandidato?- y de la Secretaria de la Senplades. Muchos temas pasaron por el Informe, con el panorama de fondo de una visión positiva del manejo de la economía y otros logros que no tardó en ser criticada por opositores y analistas.
Casi al final, y luego de hacer un listado de magros recortes de instituciones públicas y el anuncio de desinversión o apertura al capital privado, vino la insistencia en la Ley de Herencias, retirada por la fuerza de las circunstancias, pocos días antes de la visita del Papa.
Insistir con la norma supone esta vez varios matices que marquen una diferencia respecto del proyecto original -falta conocer la redacción final del nuevo-, como por ejemplo revisar el monto de la cifra que estaría exenta del tributo (USD 175 000) o el destino de los recursos hacia becas estudiantiles.
Las aspiraciones de recaudación no lucen atractivas. Menos oportunas son si se considera que se acaban de aprobar dos proyectos urgentes y el IVA sube con el argumento del sismo.
La Ley de Herencias tensó la cuerda y dividió al país. ¿Volverán las movilizaciones y protestas? Un tema que se cruzará en la agenda de campaña…