En diciembre se vivió una situación particular en torno a las reservas internacionales del país. Los gastos de la época redujeron el monto de recursos disponibles para cubrir las reservas bancarias.
Lo primero que hay que anotar es que la época tiene características especiales. Por un lado, están los requerimientos de recursos para atender las demandas para importar mercaderías propias de la Navidad y fin de año, y por otro, los gastos en los que debe incurrir la caja fiscal para atender los roles de pagos de los empleados públicos. En consecuencia, las cifras se contraen.
El erario nacional suele nutrirse de empréstitos internacionales para cubrir sus urgencias pero esos créditos tienen costos altos en tasas de interés, distintas condiciones de plazos e, indefectiblemente, habrá que pagar algún día, pese a que la capacidad de nuevos recursos está en el límite.
La advertencia de la Asobanca, el gremio que agrupa a los bancos privados del país, es que las reservas internacionales cubrieron apenas el 46,7% de las reservas bancarias en diciembre, su punto más bajo desde el 2000, cuando Ecuador entró en dolarización.
Las reservas bancarias son un colchón de liquidez. Y cuando no hay certeza de contar con esa liquidez de forma oportuna, la banca puede contraer el crédito como medida de precaución. Si el objetivo es reactivar la economía y generar más empleo será necesario emprender medidas que permitan aumentar el volumen de crédito.