La alerta amarilla en 17 provincias y las probabilidades de un fenómeno de El Niño particularmente intenso nos marcan la agenda.
El país debe seguir de cerca los estudios científicos como los de la Organización Meteorológica Mundial ( OMM).
Ya desde el año pasado los expertos advertían los indicios de una temporada fuerte. Muchas veces se dice que si es que la temperatura del mar sube 1° ya estamos en problemas. Hoy los pronósticos establecen probabilidades de llegar a 2° más de la temperatura normal.
Los científicos advierten que el fenómeno que viene entre el fin de este año 2015 y el primer trimestre de 2016 podrían ser comparable con los ocurridos en los años 1972- 73; 1982-83 y 1997- 98.
La memoria de los últimos 40 años da cuenta – además con amplios registro periodísticos en fotografía, videos, crónicas , especialmente de los dos últimos períodos- de la fuerza de la alteración.
Los estragos en la vida de amplios poblados costeros, el costo de vidas humanas, las enfermedades, la pérdida de ingentes recursos económicos y producción agrícola y ganadera y la destrucción de vías y puentes costaron millones y años de recuperación.
Es una buena noticia que se hayan hecho obras físicas de protección frente a desbordamiento de ríos pero se sabe que podrían ser, acaso, insuficientes. Por eso es que toda precaución es importante, ahora estamos a tiempo y con la declaración de la alerta amarilla debemos ser conscientes. Una población bien informada puede evitar impactos mayores.