Quito fue escenario de la gran demanda por distintas divisiones del Plan Toda una Vida del Gobierno Nacional.
El Presidente de la República ratificó en la campaña electoral que lo social sería el eje de su gestión. Los primeros movimientos y sus mejores esfuerzos se empeñaron en formar un equipo que planifique y atienda a este aspecto prioritario, el fin último de todo gobierno, la calidad de vida de la gente y la solidaridad indispensable.
Los temas que ahora se priorizan muestran que siempre hay demandas pendientes, que no todo fue color de rosa en el pasado y que la deuda social es un deber impostergable.
El programa Toda una Vida tiene ocho ejes: Casa para Todos, Mis Mejores años, Trabajo joven, Menos pobreza, más desarrollo, Más mujer, y las misiones Ternura, Manuelas, Joaquinas.
Para ir canalizando las peticiones y estudiando los casos que merezcan ser atendidos con prioridad, más allá de la inscripción como la convocada el jueves en la explanada de la Plataforma Financiera, se habilitará una página web.
En el Plan de Vivienda se busca entregar 10 000 casas hasta fin de año y en esa línea ya empezaron los proyectos de cooperación con los cabildos y las alianzas público-privadas.
Los municipios de Quito y Guayaquil han empezado con la entrega de terrenos urbanizados. El Gobierno tiene por dónde empezar, a partir del trabajo mancomunado, más allá de las diferencias políticas, y por el bien del país.