Mohammed Mursi será el primer presidente de Egipto, luego de ganar la segunda vuelta con el 51,73% de los votos. Derrotó a un ex ministro del Gobierno dictatorial de Hosni Mubarak.
Mursi es del grupo de Los Hermanos Musulmanes, proscrito durante los largos años del gobierno laico nacionalista de Gamal Nasser, que los reprimió duramente.
El Presidente electo tiene una visión del poder desde una filosofía inspirada en el Islam, lo cual representa una novedad en Egipto, pese a que hay gobiernos islamistas en varios países de Oriente Próximo y del norte de África.
Egipto pasó de la monarquía del Rey Faruq a los nacionalismos militaristas de mano dura. A Nasser le sucedió Anwar el Sadat, presidente asesinado por extremistas musulmanes, y a este Hosni Mubarak, quien se vio obligado a abandonar el poder por las fuertes protestas populares de inicios del año 2011.
Mubarak fue sustituido por un gobierno de su propia línea y que por la presión internacional y el malestar interno se vio obligado a convocar a elecciones.
En los comicios recientes ninguna organización nueva logró sobresalir, y pasaron a la segunda vuelta dos propuestas tradicionales: la de los Hermanos Musulmanes, que ganaron los comicios, y la de Ahmed Shafiq, representante del Régimen de Mubarak.
El gran reto del presidente Mohmmed Mursi será apuntalar la institucionalidad democrática que exigen los jóvenes, una masa sin organización ni ideas definidas.
Egipto juega un papel clave en la tensa geopolítica de la zona. Monarquías, gobiernos religiosos y el conflicto entre Palestina e Israel son algunos de los temas que estarán en agenda, junto a la consolidación democrática esperada.