Las elecciones en Estados Unidos serán en noviembre. Sin embargo, las primarias de los partidos mayoritarios van adelante.
Como nunca antes, los debates entre candidatos de ambas tiendas políticas: demócratas y republicanos, se enfrascaron en una campaña reñida y atractiva mediáticamente.
No está demás recordar que hay muchos partidos minoritarios y candidatos que llegan a participar. Pero sus nombres casi siempre son ignorados por la apabullante cobertura de prensa a los dos grandes partidos, al punto de generar la idea de un bipartidismo que excluye a otros participantes.
Las dos grandes vertientes tienen especiales características esta vez. Los demócratas buscan un tercer mandato con una ex candidata, ex primera dama, ex senadora y ex secretaria de Estado: Hillary Clinton.
En el ‘Supermartes’ demócrata logró triunfar en siete de los 11 estados en disputa y su rival Bernard Sanders ( ala izquierda del Partido Demócrata) fue superado, aunque sigue en liza.
Los republicanos tienen un candidato insólito: el magnate Donald Trump, popular con sus extravagancias, su fanatismo antilatino y sus riesgosas declaraciones para la paz mundial.
Si son nominados por sus partidos, Clinton y Trump se verán las caras en las elecciones del 8 de noviembre. Estará en juego no solo el creciente voto latino sino el voto blanco, que si bien ha bajado en los últimos comicios pudiera ser un factor determinante en la decisión.