UE: el avance del acuerdo

La noticia positiva de cierre de las conversaciones con la Unión Europea(UE)y la futura puesta en marcha de un acuerdo comercial trae muchas expectativas prometedoras pero encierra algunas críticas internas.

El Gobierno tuvo la entereza de afrontar esta decisión, aun con la oposición interna de ciertos sectores económicos y técnicos del propio equipo ejecutivo, pero la visión pragmática que se impulsó desde el entorno presidencial señaló el camino, que en este caso fue el correcto.

Desde el anuncio del acuerdo, empero, el ajuste de la extensa documentación técnica que hay que preparar antes de fin de año y la conciencia de los escollos jurídicos que se deben superar hasta su plena ejecución, han abierto un paréntesis de interrogantes que debieran ser despejadas por las autoridades del ramo.

Después de convencer al frente interno del propio Gobierno, un problema a resolver ha sido convencer a la izquierda del país, que desde hace tiempo está opuesta y que ha mostrado sistemáticamente sus críticas a este tipo de acuerdos comerciales.

Lo que viene es dar todos los fundamentos técnicos y el aliento del caso para que los procesos productivos internos se preparen para la apertura con el mercado europeo. Se trata de generar fuentes de trabajo, de aumentar el horizonte de nuestros productos de exportación y, además, de hacer camino hacia acuerdos comerciales con mercados potencialmente grandes, como el asiático, en la planificación de la política de comercio exterior del país.

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