La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han dado más datos sobre la tragedia que afrontan los desplazados que intentan llegar a como dé lugar a Europa.
En octubre pasado, la cifra de refugiados, en su mayoría originarios de Siria y de Afganistán, ascendió a 218 400. Este número es casi similar al de todo el 2014, según la Acnur. Esta instancia de la ONU igualmente ha pronosticado que se mantendrá al alza el flujo de personas que escapan de las guerras internas que se libran en sus respectivos países.
La OIM, en cambio, ha divulgado que al menos 3 329 personas se ahogaron en el mar Mediterráneo, en los primeros 10 meses del 2015. Perecieron en su intento de alcanzar suelo europeo. La cifra, asimismo, supera a la de todo el año anterior.
La Acnur también ha advertido que las razones para que los refugiados emprendan la riesgosa travesía hacia el Viejo Continente se mantienen.
En Siria, por ejemplo, con la decisión de los gobiernos de Rusia y de Estados Unidos de involucrarse mucho más en la conflagración civil que azota a ese país de Oriente Medio, se incrementan las causas para que se dé un éxodo mayor.
En la práctica, Moscú y Washington han convertido al Estado gobernado por el autócrata Bashar al Assad en un polígono de un potencial enfrentamiento, que recuerda la época de la Guerra Fría.
Los padecimientos de los refugiados merecen una mayor atención de la comunidad internacional.