Otra polémica política llegó al escenario público. El Presidente cuestionó el argumento del alza de las tarifas de taxis supuestamente basado en el precio de las llantas.
En efecto, las llantas importadas debían subir de precio ya que el Gobierno les impuso sobretasas arancelarias como parte de las medidas para cerrar la brecha de la balanza comercial.
Al haber decidido el Municipio ajustar las tarifas de taxis represadas desde hace 12 años, Rafael Correa argumentó que no cabe justificar el alza de tarifas por la eventual alza de las llantas. Ordenó al ministro Patricio Rivera que se bajaran las salvaguardias para las llantas que vienen de fuera, con el objetivo de desarmar el argumento de la subida.
El tema es que el Cabildo quiteño, en uso de sus atribuciones y con base en estudios técnicos de la Universidad Católica, que parecen sustentados, decidió un alza de tarifas de taxis. Uno de los argumentos esgrimidos fue que las salvaguardias impactarían en la operación.
La verdad es que la polémica política parece estéril. Si bien es cierto que las tarifas subieron, se consideraron otros aspectos por fuera del precio de las llantas importadas. Varias administraciones mantuvieron congeladas las tarifas pese a las alzas de precios de repuestos.
Con la baja del precio de las llantas se beneficia a los consumidores, no solamente a los dueños de taxis sino a los de autos livianos. Y junto con el alza de tarifas es indispensable que haya un control para asegurarse de que en verdad el servicio experimentará una mejora.