Con el reemplazo de Fernando Cordero por Ricardo Patiño, el Presidente quizás busca bajar la tensión con los militares.
A Fernando Cordero le estallaron en las manos varios problemas de compleja resolución. Sin tener arte ni parte en la historia de la compra de helicópteros Druhv, determinó el fin de sus vuelos luego de varios y trágicos accidentes.
Una mañana, sin que el Ministro lo supiese, el espíritu de cuerpo funcionó y la cúpula militar se hizo presente para mostrarse unida en un juicio por delitos de lesa humanidad en los que fueron imputados oficiales de hechos que datan de los años 80. Entonces ya su imagen quedó maltrecha, pero el conflicto por los contratos de Los Samanes entre el Issfa y el Ministerio de Ambiente impactó en su relación con los uniformados, especialmente por sus descomedidas expresiones con la cúpula removida por el Presidente.
Antes Fernando Cordero fue presidente de la Asamblea Constituyente en un momento crucial; luego estuvo al frente del ente legislativo y pasó sin fortuna por el IESS. ¿El Presidente le tendrá reservado un nuevo destino?
Para reemplazarlo llega Ricardo Patiño, ministro de Economía, del Litoral, coordinador de la Política y canciller; es otro militante funcional que ha hecho de todo y ahora llega a Defensa en un momento sumamente delicado.
Finalmente está Long para Relaciones Exteriores, otro militante que no se ha guardado pronunciamientos sobre temas internos de otros países.