El Ecuador cierra un capítulo complejo de su vida política con la sustitución legal, conforme el mandato constitucional, al designar, de una terna enviada por el Presidente Lenin Moreno, a la persona que ocupará la función vicepresidencial hasta completar el mandato en el 2021.
La designación de Alejandra Vicuña, con 70 votos, no ha estado exenta de polémica. Primero por cuanto no tiene precedentes en la historia republicana que un segundo mandatario sea enjuiciado y condenado como ha sucedido, por actos vinculados a casos de corrupción. No cabe interpretación del mandato expreso de la Constitución. Jorge Glas estuvo ausente por más de 90 días de su cargo ya que está en la cárcel y ha sido condenado.
Otra polémica se levantó cuando una parte de la ciudadanía esperaba una terna abierta que convoque a otros sectores ideológicos y políticos por fuera de la fuerza que ganó las elecciones.
Es evidente que la tormenta política partió al bloque oficial de Alianza País (AP) que se mantiene dividido ante el juicio a Glas, su proceso de reemplazo y ante la Consulta Popular convocada por el Presidente para el 4 de febrero.
La terna, compuesta por tres militantes de AP, partidarias del anterior presidente hasta ayer y ahora alineadas con Moreno, excluyó a otras corrientes.
Ahora compete a la Vicepresidenta Vicuña trabajar junto al Presidente para enfrentar los grandes retos de cambio, cirugía mayor contra la corrupción y la estabilidad económica urgente.