La Corte Constitucional selló su renovación parcial y la elección del nuevo Presidente del organismo. Hay jueces con vínculos con el poder político imperante.
Alfredo Ruiz y Pamela Martínez son las nuevas cabezas de la Corte, tras la renovación de un tercio de los jueces constitucionales y la posterior elección interna de sus nuevas dignidades.
El nuevo titular llegó a ocupar su dignidad con una declaración contundente: ‘no puede haber el menor asomo de duda con respecto de la imparcialidad e idoneidad con la que van a desempeñar su función los nuevos jueces’.
Más allá de los méritos académicos que exhiban, es importante que los hechos y los veredictos muestren esa independencia, ya que la opinión pública expresa preocupación por los vínculos de varios de los nuevos jueces designados con el Ejecutivo. Al punto que la Vicepresidenta fue asesora del presidente Rafael Correa y la jueza Roxana Silva ocupó una vocalía del Consejo Nacional Electoral, cuya falta de independencia ha sido señalada por la oposición política.
La Corte Constitucional ha estado encabezada por Patricio Pazmiño, quien seguirá como vocal y ocupó esa dignidad durante estos ocho años.
El organismo ha tenido y tendrá en sus manos temas delicados. En un pleno estado de vigencia del derecho debe operar con absoluta independencia, sin sombra alguna de sospecha sobre vinculación ni presunción de presiones. Las nuevas dignidades tienen un mandato moral: demostrar su accionar libre.