La política exterior del país la dirige el Presidente de la República. El tema, que es mandato constitucional, no se discute.
Pero más allá de esta prerrogativa y luego de casi ocho años de constantes viajes del Mandatario al exterior, unos con propósitos de participación en foros o grupos presidenciales, otros con tinte académico y algunas visitas bilaterales, el viaje a Qatar llama la atención y despierta inquietudes disímiles.
Primero habría que señalar lo variopinto de la delegación presidencial. Viajó desde un exfutbolista, capitán de la Selección y exlegislador oficialista, hasta un Ministro del único rubro sobre el que Qatar no puede dar casi ningún aporte al Ecuador: Agricultura.
Están educadores y académicos que buscan profundizar los lazos de ambos países en el plan de universidades del conocimiento como Yachay, hasta activistas de un grupo autobautizado como La Bulla Zurda, que busca el fin del capitalismo, justamente allá donde el capital y los negocios libres son sustento de la dinámica de su economía.
Mientras los datos de la prensa oficial mencionan una presentación de inversiones por USD 28 000 millones, hasta ahora los únicos acuerdos firmados remiten a convenios que eviten la doble tributación, la eliminación de visas de los diplomáticos de ambos países y un intercambio de noticias entre oficinas de información de ambos regímenes.
Correa habla de inversión petroquímica y gasífer; estos sí dos ámbitos importantes en los cuales Qatar puede aportar.