Rousseff sigue en el poder

Tras una dura contienda, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), fue reelegida para la Presidencia de Brasil.
Rousseff tuvo que sobreponerse a varias dificultades. La primera: sortear el descontento social, la desigualdad y la crisis económica que afectan a Brasil.

La segunda: los escándalos de corrupción ocurridos desde la propia administración del presidente Lula da Silva y que salpicaron al Gobierno en funciones.

La tercera: las fortalezas del rival Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia de Brasil (PSDB), a las cuales se sumó el apoyo de la candidata Marina Silva, verde, ecologista y socialista.

Pero pese a que la Presidenta tuvo que afrontar una segunda vuelta tan dura como el prólogo -que incluyó la derrota mundialista para Brasil anfitrión-, la fuerte imagen de un líder como Luiz
Inacio Lula da Silva parece haber pesado definitivamente para inclinar la balanza del sufragio popular.

Brasil votó por la continuidad de un Gobierno que afrontó las protestas sociales. Pero también por la continuidad de un Gobierno que se comprometió con la lucha contra la inequidad social.

El cambio social lo empezó Fernando Henrique Cardoso, expresidente del PSDB, y lo continuó el PT, que a su vez ha recibido críticas de los marginados.

La conductora de la nave en tiempos de la tormentosa crisis económica deberá dar la receta y el rumbo para salir de la crisis y llegar a buen puerto. Del éxito de Dilma Rousseff depende el futuro de millones de personas expectantes.

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