El intercambio de ideas entre el Presidente y tres economistas con visiones distintas a la suya, realizado la noche del miércoles, ha dejado abiertas varias interrogantes.
Con un moderador que no logró que se respetaran las reglas de juego, el debate-conversatorio terminó por traer nuevamente al primer plano una serie de preguntas. La más crucial y de la cual poco se debatió pese a ser parte del libreto: ¿cómo salir de una coyuntura que se viene deteriorando desde inicios de año?
El presidente Rafael Correa ha dicho que no hay una crisis sino una desaceleración. Ramiro González -hasta hace poco aliado del actual Gobierno-, Mauricio Pozo y Alberto Dahik enumeraron, por su lado, los que consideran las causas y las señales de la crisis: el enorme gasto público, la falta de fondos de ahorro, la casi nula inversión extranjera, el déficit comercial, la caída del medio circulante, entre otros. Todos esos factores se han conjugado en un escenario desfavorable y que ha sido marcado por el desplome de los precios internacionales del petróleo y la revalorización del dólar.
Aunque las interpretaciones pueden ser múltiples y válidas, el Presidente ha argumentado que ha enfrentado la crisis con la adopción de medidas. Entre ellas, la imposición de salvaguardias, recortes presupuestarios, la supresión gradual de subsidios, etc. A lo que se suma la reducción a USD 29 900 millones de la Pro forma presupuestaria del 2016.
La crisis se agrega a la lista de temas con visiones contrapuestas que existen en el país. ¿Está controlada, en realidad?