El Banco Central del Ecuador pone los pies en la tierra y revisa la meta de crecimiento para el 2015. Ahora se lo calcula en 1,9%.
Las nuevas condiciones de la economía, en parte determinadas por la caída que experimentaron los precios del petróleo en el mercado internacional, desde el último trimestre del año 2014, movieron al Banco Central a revisar sus expectativas iniciales de 4,1%.
No hay nada que hacer. El petróleo influye demasiado en el Presupuesto por el cálculo que se había estipulado en una cifra muy superior a la que arrojó la nueva realidad internacional. Otro aspecto clave fue el desequilibrio de la balanza comercial, que se tornó deficitaria.
Entonces, llegaron las medidas: primero el recorte presupuestario anunciado en enero de USD 1 400 millones, y nuevos créditos y emisiones. Los empréstitos provenientes de la China no se concretaron en la magnitud anunciada.
Más tarde vino la aplicación de salvaguardias a más de 2 900 ítems de importación y en rangos de sobretasas que en algunos casos llegaban al 45%.
De modo adicional, hay que señalar que la Ley llamada de Justicia Laboral suprimió el aporte estatal de USD 1 000 millones al IESS.
Además, se traspasaron a control del Banco del IESS varios fondos de jubilación en medio de una polémica.
Ahora, el anuncio de alzas en la plusvalía y el polémico Impuesto a la Herencia muestran un complejo escenario. Un crecimiento de 1,9% en el 2015 frente a una inflación anualizada de 4,55%.