El drama de la droga

El consumo de drogas entre los jóvenes es un problema creciente en el país. Además los micro traficantes ‘inventan’ ellos mismos nuevas combinaciones peligrosas y hasta letales.

Es muy loable el combate frontal al narcotráfico y a los grandes carteles que han crecido en el país y tienen tentáculos internacionales. Desde EE.UU. se ha reconocido esa labor a cargo del Ministro del Interior y la Policía.

Pero el problema va más allá. Como ha informado este Diario, la penetración de bandas de micro traficantes en los alrededores de las escuelas y colegios es algo grave. En Guayaquil, en este año se han desarticulado 42 bandas de esa ‘sub especialidad’. Un número impresionante.

Los delincuentes, no contentos con atraer a los jóvenes con obsequios que enganchen a futuros consumidores, se han dedicado de modo perverso a mezclar drogas y potenciar sus efectos. Muchas de las nuevas drogas, bautizadas como H, mariachi, cappuccino, o el principito, juntan cocaína, heroína, marihuana, etc. Las adicciones poderosas y el daño a la salud física y mental de la juventud preocupan a los padres de familia, que se muestran impotentes.

Muchas personas atribuyen a la flexibilización de las penas este problema, pero las estadísticas no son claras.

Los candidatos y precandidatos presidenciales han detectado el problema en sus recorridos y han recibido la súplica angustiada de los progenitores.

El tema es grave y nos atañe a todos.

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