EL DOLOR DEL ACOSO

El acoso se experimenta en distintas formas. Una de ellas es el 'bullying', tan frecuente en las aulas de escuelas y colegios. Genera un dolor profundo, traumas insospechables y muchas veces conduce al aislamiento y al suicidio.

Hoy en día mucho se ha estudiado este fenómeno, que no es nuevo pero muestra nuevas formas. La burla por un defecto físico, el sometimiento por parte de falsos líderes en los grupos estudiantiles a los alumnos más débiles o con personalidad menos estable, lleva a la víctima a situaciones límite. Hay casos de acosados por su preferencia sexual distinta a la del colectivo estudiantil.

El acoso puede ser de carácter sexual (abusos a niñas, en especial). Pero también puede experimentarse, por ejemplo, en la exigencia al estudiante tímido que suele tener buenas notas, a desarrollar tareas escolares que los abusadores presentan luego como suyas.

El bullying también puede consistir en obligar a la víctima a comprar golosinas o llevar juguetes para regalar a los victimarios, y llega a convertirse en un tormento.

La situación ha llegado a veces al límite cuando una de las víctimas prefiere quitarse la vida.

Por eso es que un llamado serio a la familia, a las autoridades y maestros y a la conciencia de los jóvenes se impone sin demora. Es saludable y positiva la campaña que ha emprendido Carolina Mella, reina de Quito, para lograr conciencia y generar una lucha colectiva.

Suplementos digitales