La intención de hacer circular billetes falsos se ha multiplicado, según fuentes policiales, hasta ocho veces en cuatro años.
Los datos publicados por Diario EL COMERCIO fueron entregados por fuentes de la Policía Judicial. El ente atribuye el acto ilícito a bandas criminales que llegan desde los países vecinos: Colombia y Perú.
La Policía ha decomisado USD 20 millones en los tres últimos meses y esa acción permite establecer la relación del crecimiento del delito.
Esta realidad nos obliga a todos los ciudadanos a tomar mayores precauciones. Sería indispensable renovar campañas – como aquellas que se hicieron de forma masiva cuando se implantó la dolarización- para que los ciudadanos puedan identificar con facilidad si los billetes son falsos o no.
Hay mecanismos que permiten, en la mayoría de casos, advertir -con un poco de cuidado- cualquier sospecha en la elaboración de los billetes que alcanzan cada vez mayor sofisticación. Las marcas de agua, papel tramado, hilos de seguridad y la rugosidad en ciertos elementos de la impresión son algunas de las características que permiten saber si un billete es verdadero o no.
La investigación advierte algo más. Las épocas de compras masivas o aglomeración en establecimientos comerciales suelen convertirse en el momento propicio que aprovechan los delincuentes para actuar concertadamente y pasar los billetes de modo inadvertido. Hay que tomar todos los recaudos.