Dilema de la universidad
La incertidumbre ante las elección de una carrera universitaria es marca común en esta capital, de acuerdo a estudios.
Una empresa que realiza investigaciones de campo llamada yqsigo.com hizo un sondeo con 9 800 jóvenes de Quito. El dato es contundente: el 54% está indeciso antes de elegir su carrera.
Ese dilema no es el único problema. La deserción estudiantil, de acuerdo a las cifras oficiales, registra un 10%. Y un 40% de estudiantes, de acuerdo a la misma fuente oficial -la Secretaría Nacional de Educación Superior-, cambia de carrera.
Eso significa que la elección no fue bien fundamentada desde el inicio y supone ingentes gastos familiares o personales, si se trata de estudiantes que se costean la educación.
Otro tema confluyente se evidencia en el Examen Nacional de Educación Superior, que sirve para identificar destrezas de los futuros estudiantes universitarios. Lo ideal es que la vocación, los intereses y las competencias coincidan con las necesidades de profesionales del país.
En muchos casos, los estudiantes no son asignados a las carreras de sus preferencias sino que el Estado los dirige hacia una de las otras opciones que los jóvenes señalan en un listado.
La decisión de la elección de una carrera y de un modo de vida es un tema muy delicado que tiene que ver con el futuro económico de la gente, con su realización y hasta con su felicidad. No es un tema trivial, todo lo contrario.