Con un mecanismo poco usual, novedoso o novelero, se diría, el país entró en la selección de magistrados aspirantes a ocupar nada menos que la Corte Nacional de Justicia.
La Corte Nacional la integran según la Constitución 21 magistrados. Hay que seleccionarlos mediante el nuevo procedimiento, lo mismo que a 21 conjueces. Se presentaron 666 carpetas. 172 juristas dieron un examen para responder 100 preguntas de un banco de 3 000. Varios postulantes se quejaron del poco tiempo para estudiar la materia, no se convencen de la acción afirmativa por la cual no se miden los aspectos puramente académicos o de conocimiento como también ocurre en otros países (género, étnicos, etc.).
Se llevarán a cabo en las próximas tres semanas 144 audiencias para las impugnaciones a 83 aspirantes. Solo uno de ellos tiene siete. Los tres altos funcionarios designados para el proceso de selección, con indudable afinidad con el Poder Ejecutivo, tendrán en sus manos la decisión tras escuchar las impugnaciones. Entre USD 30 y USD 40 millones costará la renovación.
Será indispensable tomar en cuenta la formación, capacidad académica y profesional de los aspirantes y sobre todo su condición ética para integrar el más alto tribunal que tiene como misión reivindicar a una justicia cuestionada por el país. Es vital tener una Corte de calidad, ética e independiente del poder político.
Dos cortes de magistrados que llegaron con méritos antecedieron y sucedieron a la malhadada ‘Pichi corte’. Los nuevos magistrados tendrán un reto inmenso y por eso su selección es extremadamente delicada. El país mira con preocupación. Las veedurías de fuera deben estudiar antecedentes y pormenores del singular esquema.