¿Crisis global?

Hasta el último minuto, el fantasma del desbarajuste presupuestario, debido al pulseo político en el Congreso estadounidense, tuvo semiasfixiado al gobierno de Barack Obama. Al otro lado del océano, Europa apenas atina a levantar cabeza de una crisis causada por las debilidades de varios países de la Zona Euro.

El cierre temporal llegó a varias instituciones norteamericanas que se quedaron sin recursos. El Partido Republicano estaba dispuesto a hacer naufragar el ambicioso pero indispensable programa de salud universal conocido como 'Obamacare'. Y el 'Tea Party' -el ala más conservadora de los conservadores- puso por delante su particular punto de vista antes que un aspecto clave para los demócratas: lo social. En la madrugada del jueves se llegó a un acuerdo. Obama criticó a los republicanos pero la potencia no está a salvo aún.

Europa volvió a tratar colectivamente los severos problemas que la cercan. Todos tienen que ver con las cajas fiscales agostadas por una crisis que empezó a evidenciarse en Grecia, que sacudió a Italia y amenazó a Irlanda y Portugal. También tuvo también impacto social en España -donde viven muchos ecuatorianos. El desempleo y los recortes hicieron que políticos y tecnócratas pusieran las barbas en remojo, y hoy hacen esfuerzos por afrontar los inmensos déficits con austeridad y pies de plomo.

La crisis no se aleja de las poderosas economías.

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