Este fin de semana fueron tres los reclusos muertos. La estadística cuenta siete muertes desde el 2008. El control interno en los centros carcelarios del país siempre encierra historias oscuras. Se trata de un tira y afloja entre los guías penitenciarios, la Policía y el rol que juega el Ministerio de Justicia siempre están en debate público.
Cada cierto tiempo se hacen requisas de armas, droga, licor y en muchos casos se han detectado reclusos en manejo de aparatos celulares. Hace tiempo circularon denuncias de delincuentes que coordinaban desde el centro penitenciario actividades al margen de la Ley. La vigilancia de las visitas resulta complicada, puesto que se calcula un registro de al menos 4 000 ingresos de familiares diariamente, solo en la Penitenciaría.
La investigación periodística nos dice que en la Penitenciaría del Litoral hay dos bandas con fuerte control interno. Desmantelarlas será una meta ineludible de la autoridad. La seguridad del centro está puesta a prueba y se podría mejorar las condiciones luego de la próxima apertura del nuevo centro, que contará con más medidas de seguridad.
Otro tema delicado ha sido siempre la condición de hacinamiento y el estado de celdas atestadas, malolientes y sin condiciones higiénicas, en la mayoría de centros carcelarios del país. Es curioso que el Ministerio de Justicia impida el ingreso al Penal García Moreno, de Confraternidad Carcelaria, que ha efectuado un trabajo solidario encomiable en el país pese a que hay un convenio de febrero del 2011 y de la disposición presidencial, según expresa Jorge Crespo Toral. Recuerda que esa entidad ha mantenido 28 años de labor en pro de los detenidos, y no se explica la prohibición para entrar y brindar asistencia de carácter espiritual.