La dinámica comercial de la Navidad se destapó como olla de presión desde el fin de semana pasado. La fecha se relaciona con el pago del sobresueldo navideño conocido como aguinaldo. A nadie escapa que este fin de semana y hasta el lunes, inclusive, el volumen de transacciones mercantiles tenderá a aumentar, por las compras de última hora. La aglomeración de gente en los centros comerciales y sitios tradicionales de ventas, es previsible, será numerosa.
Datos estadísticos conocidos esta semana decían, por ejemplo, que USD 569 millones se inyectaban en los bolsillos de la burocracia y de esa dinámica una parte considerable se destinará al consumo de alimentos -también aquellos especiales en épocas de Navidad-, regalos, electrodomésticos y otras mercancías. Un apartado especial merece el rubro restauración y hotelería que, por el feriado, tiende a aumentar.
La foto de la dinamización de la economía responde a la inyección de dinero considerable por el alto precio del petróleo. El país, siempre dependiente de un producto estrella (antes fue el café, el cacao, el banano) está atado a la extracción hidrocarburífera.
Esa dinámica no se modificará sustancialmente, según expertos en las cifras de la macroeconomía (el crecimiento económico se estima que bordee el 4% en el 2013). Para seguir la vida cotidiana, habrá que llenarse de paciencia ante las aglomeraciones, y cuidarse de los hurtos.