En el escenario de la cordillera Oriental empezó su labor de generación hidroeléctrica el proyecto Coca-Codo Sinclair.
El vicepresidente de la República, Jorge Glas, y los ministros de su entorno, responsables de sectores estratégicos y electricidad, estuvieron en la casa de máquinas para activar 4 turbinas.
La incorporación de la potencia será paulatina hasta alcanzar 750 MW, en primer a instancia, y hasta 1 500 MW entre julio -como ofreció el Segundo Mandatario- y octubre, como estimaban los técnicos, cuando estén en plena operación las 8 turbinas de la central.
La generación que se empezó a incorporar ya al Sistema Nacional Interconectado es una buena noticia.
La idea de cambiar la matriz energética puede traer el ahorro de millones de dólares que hoy se destinan a plantas termoeléctricas que consumen diésel, así como para sustituir el gas licuado que hoy se utiliza para las cocinas.
En épocas de abundancia de agua incluso se podrá vender energía a Colombia, con beneficios económicos.
La obra estuvo a cargo de la empresa china Sinohydro, que acompañará la operación al menos durante el primer año de funcionamiento. Todavía no está lista la liquidación, que supone observar los plazos de entrega de la obra que sufrieron retrasos por distintas causas y que podrían acarrear multas.
En pocos días el proyecto Sopladora, en el sur del país, empezará su operación de modo gradual. Esta será otra noticia positiva para el Ecuador.