El Consejo Nacional Electoral no atendió la petición de los grupos políticos y sociales de Compromiso Ecuador para una consulta popular. Hace unos días había desestimado un pedido de Sociedad Patriótica para un referéndum, con similar fin.
El argumento del máximo organismo del sufragio es que primero debe haber un pronunciamiento de la Corte Constitucional, y luego tramitar la petición de formularios para recoger firmas que viabilicen la Consulta anhelada por estos grupos. Esta es una iniciativa que muchos otros ciudadanos también apoyan, de acuerdo a las encuestas conocidas.
Cuando el colectivo Yasunidos fue a la Corte Constitucional (CC) para pedir su opinión e ir a una Consulta Popular para dejar el petróleo bajo tierra, dicha Corte dijo que el camino era el contrario: acudir primero al CNE. Ahora éste contradice el argumento de la CC.
Pero el tema no parece solamente jurídico ni obra de los vericuetos legales a los que se acude para justificar el pronunciamiento del Consejo Electoral. No, se trata de un tema político. Un amplio sector de opositores no quiere que se canalice la reelección indefinida del Presidente de la República. Se busca que la ciudadanía se pronuncie sobre el tema.
Juristas entendidos sostienen que jamás se debe sacrificar el fondo por la forma, y que en las disquisiciones legalistas parece ocultarse la postura política de no propiciar el camino de la Consulta.
Todo esto mientras la Asamblea Nacional tramita las enmiendas que, en esta materia y en otras, quiere Alianza País.