El Ecuador afronta un escenario adverso en materia económica. Este Diario buscó distintos intérpretes desde la visión gubernamental, la mirada ortodoxa y puntos intermedios.
Para afrontar la baja del petróleo, el Gobierno hizo recortes presupuestarios por USD 2 200 millones, priorizan gastos de inversión, se adquiere deuda y se vende crudo anticipado.
Los analistas moderados aconsejan planificar mejor la inversión y los gastos fijos, y atraer al sector privado. Los críticos, reducir gasto público, focalizar subsidios y no endeudarse tanto.
Frente a la apreciación del dólar, la solución oficial se buscó en las salvaguardias y el ‘draw back’. Quienes enfocan desde un punto intermedio aconsejan mejorar la relación con el empresariado y desregular. Los más ortodoxos piden priorizar
el acuerdo con la Unión Europea y buscar un tratado con Estados Unidos.
Sobre la prelación del Estado en la economía, la alianza público-privada y la inversión privada en obra pública componen la receta gubernamental. Para los moderados, se debe abrir la acción privada y bajar gasto estatal. Los más liberales piden abrirse a capitales, bancos y eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas.
Sobre la competitividad, la mirada oficial enfatizó obra pública en centrales hidroeléctricas y la formación de ecuatorianos en el exterior. Los analistas moderados aconsejan la tecnificación y aprovechar la posición geográfica; mientras, las visiones más clásicas piden bajar los aranceles y abrir la economía.