Efectos de la crisis china

En ocho años no se había experimentado una caída tan abrupta de las cotizaciones de las empresas chinas en la bolsa. La verdad es que la incidencia de la economía china en el mundo, el crecimiento a niveles sorprendentes de los primeros años de este siglo, su incursión en múltiples actividades productivas y su interrelación con distintas economías por todo el planeta han sido factores gravitantes en la historia contemporánea.

Nadie desconoce que la globalización, cuya arista más pronunciada se expresa en los efectos económicos, puede tener impactos benéficos de espectaculares consecuencias pero, así mismo, puede causar sacudones fuertes por su alto rango de influencia, como sucedió en dos etapas de la crisis estadounidense y europea y donde la incidencia del país asiático se vigorizó.

El Ecuador mantiene desde el 2008 una relación de fuertes lazos con China. Una deuda abultada que alcanza el 28% del total de los compromisos externos; una venta anticipada de petróleo, que muchos analistas consideran también como deuda, aunque las autoridades se cuiden en distinguirla de esa categorización, y la creciente influencia en actividades petrolíferas, de minería y de construcción, hacen pensar que un desplome de la gran economía de la República Popular China puede traer coletazos para el país, tanto como fuente crediticia como destino de las exportaciones nacionales.

Aún es pronto para avizorar posibles consecuencias, pero la diversificación es sana para atenuar cualquier impacto.

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