Por primera vez un presidente de la República Popular China visitó el Ecuador. Xi Jinping estuvo rodeado de altas medidas de seguridad. La profundización de las relaciones entre ambos gobiernos quedó en evidencia absoluta.
China es el principal prestamista del Ecuador; tenemos comprometidos pagos de una deuda que muchos consideran onerosa. El 32% de nuestro endeudamiento es con China (USD
7 973 millones a octubre), y además está aparejado con la venta anticipada de petróleo. Hay unas 90 empresas chinas trabajando en el país. Sectores como el hidroeléctrico, la minería, la explotación petrolera, la construcción de carreteras y hasta la seguridad integran una agenda cada vez más atada.
Si el punto central fue la inauguración del proyecto Coca-Codo Sinclair -el más costoso de la historia del país con USD 2 245 millones, con participación de China-, quedan convenios en 11 áreas y la promesa de estudios para la refinería del Pacífico, cuya viabilidad debiera definir el próximo Gobierno.
La visita de Xi Jinping reafirma la estrategia de expansión de China en sus relaciones con América Latina. Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Perú y Cuba, son, con Ecuador, puntos de esa visión.
Para el Ecuador es prioritario ampliar las exportaciones que se cifran en banano, camarones y cacao, frente a una balanza comercial deficitaria. Más de USD 3 087 millones de ventas chinas frente a USD 723 millones de nuestras ventas. Hay trabajo por delante.