La banca estatal maneja los dineros de la gente. El Banco Nacional de Fomento (BNF), con casi cuatro décadas de vida institucional, tiene claros objetivos, especialmente relacionados con el fomento de la producción, lo cual genera riqueza y sostiene fuentes de trabajo.
El propósito es loable. Los resultados recientes, preocupantes. EL COMERCIO investigó y publicó ayer datos sobre los balances de la Superintendencia de Bancos a septiembre. El saldo en contra es de USD 11 millones. La cifra resalta más si la comparamos con los más de USD 13 millones que se obtuvo de utilidad en 2011. Llama la atención, sin embargo, que las autoridades del banco estatal, pese a ser requeridas para contrastar estas cifras como es su obligación y de acuerdo con la Ley de Acceso a la Información, no hayan contestado las preguntas de este Diario. Además de lo expuesto se debe señalar que hay denuncias de casos de corrupción que deben ser ventiladas en la justicia, en salvaguarda de los intereses públicos. El propio Primer Mandatario así lo ha señalado y cuestionado.
Muchas veces ocurre que aquello que es de todos no es de nadie y con frecuencia los dineros públicos, que deben ser cuidados con celo y pulcritud, son dilapidados.
Para el caso del BNF era frecuente, de manera casi sistemática, conocer de las condonaciones y perdón de las deudas. Muchas ineficiencias, pérdidas por malos manejos o simplemente por aspectos climáticos eran cargadas a la cuenta del olvido.Si el discurso habla de un Estado eficiente, lo mínimo que todos debemos exigir es un manejo adecuado, técnico y no político, planificado y eficiente de los fondos públicos que son confiados a los funcionarios por el conjunto de la población.